MILAGRO DE MATA HARI
Mira si era guapa Margaretha Geertruida Zelle
Que, aun estando yo levitando
En mi vida espiritual y de sacrificio
La tenía a ella entre mis piernas.
Espiritualmente, yo amaba al Señor
Pero, carnalmente, adoraba a la diosa Puta
Encarnada en Mata Hari
Bailarina, cortesana espía de pacotilla
Quien, con su Chumino florido
En danza brahmánica y oriental
Atolondraba a los hombres importantes
De Francia y Alemania
Que a la husma le iban a ella
Como los Jumentos le van a la Jumenta
O los perros a la encelada perra.
-Buenos días tenga, señor importante alemán.
-Buenos días los tenga usted, señor francés.
-Dígame quien le ayuda a usted
Para cumplir su trabajo de espionaje.
-A mí me ayuda una tal Zelle
Con un Chumino así de grande
Que sólo el rey del cielo puede adobarle.
-Pues yo me la voy a follar
Aunque sea por detrás
En la fortaleza de Vincennes
Por malaya y por llamar a su Ojete “Ojo del Día”.
- Sí, sí, haréis bien, señor francés.
- Aquí os traigo una sarta de mentiras
Para que os riais de ella
Y repiquen las campanas fusilándola.
Mi Yo felicito a Mata Hari:
La adoro y amo no solo porque fue una preciosidad
Sino porque tuvo la osadía
De presentarse ante los oficiales franceses
Que la arrestaron en su habitación del Hotel Elysée Palace
En los Campos Elíseos de París
Completamente desnuda
Enseñándoles el Chumino, y diciéndoles:
-Aquí tenéis vuestro campo de batalla
Ofreciéndoles bombones en un casco de uniforme alemán.
Los oficiales mudaron de pensamiento
Y, en un instante, quisieron comercial con su cuerpo
Hasta que el más hijo puta oficial
Encontró, en el registro de la habitación
Tinta invisible secreta
Que no era más que tinta de calamar
O tinta negra del bolígrafo de un oficial
Que había dibujado en sus ninfas un corazón y
Y las palabras “Je t’aime”.
-Estamos pasando hambre, le dijo este oficial
Contestándole ella:
-Yo soy ramera, sí, pero no traidora
Y menos espía de sangre derramar
Tan sólo la de mi Chumino por naturalidad.
¡Sublime ramera preciosa¡
El milagro que tú obraste
Fue que, ante el pelotón de fusilamiento
Sin venda en los ojos ni ataduras a un poste
Porque así lo quisiste
A los criminales asesinos
Que te dispararon con mucha satisfacción
Les enviaste un beso desde tu Chumino.
Desde luego ella se tambaleó
Al recibir las balas
Cayó de rodillas dirigiendo su mirada a los asesinos
Y a un suboficial que vio acercase a ella
Con pistola en mano
Para pegarle el tiro de gracia
Luego que ella cayó hacia tras doblando la cintura.
Su cuerpo utilizado para ensayos médicos
Su cabeza embalsada
Y mantenida en el Museo de Anatomía de París
Misteriosamente desaparecieron.
Quizás sus reliquias cayeron a un huerto
O tras aquella tapia.
Quizás algunos, y esto es lo que creo
Junto con su cabeza estén
En la Capilla de los Huesos, en Évora, Portugal
O en la sacristía de la Iglesia de Peñaranda, en Burgos.
Ojalá hubiera robado una pequeña reliquia de ella
Cuando visité estos sagrados lugares
Para tenerla conmigo, besarla y adorarla
En una urna de cristal en mi casa.
-Daniel de Culla